En el medio en que vivimos, hay campos electromagnéticos por todas partes, pero son invisibles para el ojo humano.
Se producen campos eléctricos por la acumulación de cargas eléctricas en determinadas zonas de la atmósfera por efecto de las tormentas.
El campo magnético terrestre provoca la orientación de las agujas de los compases en dirección Norte-Sur y los pájaros y los peces lo utilizan para orientarse.
Los seres vivos han estado expuestos a influencias electromagnéticas desde siempre: La luz del Sol y sus rayos infrarrojos, los rayos cósmicos, y otras, son radiaciones naturales.
Sin embargo, hacia principios del siglo XX, el desarrollo de radiaciones generadas por el hombre como la electricidad y las radiofrecuencias empezaron a diseminarse en todas las regiones del mundo.
Desde aplicaciones básicas, en transformadores, líneas de transmisión, motores, refrigeradores, sistemas de calefacción eléctricos, sistemas de comunicaciones como la televisión y la radio, las computadoras y la telefonía celular.
La contaminación electromagnética, es la producida por las radiaciones del espectro electromagnético que afectan a los equipos electrónicos y a los seres vivos.
Las elevadas tasas de cáncer en niños y ancianos que viven en zonas cercanas a torres de alta tensión, como así también la reciente controversia sobre el uso de la telefonía celular, han contribuido a despertar una preocupación general en la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario